La ocupación de la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Managua —minutos después que el canciller Denis Moncada anunció que el Gobierno de Nicaragua decidió cerrarla, este 24 de abril— constituye un hecho sin precedentes y “una flagrante violación al derecho internacional” que expone al país a “profundas repercusiones” en la relación con todos los Estados miembros del organismo regional. Más información sobre el tema en el archivo digital de confidencial.com.ni.
Programa de Membresía
La revista impresa es exclusiva para miembros del Programa de Membresía con los siguientes aportes:
Iniciá sesión -o- Unite aquí